ENTREVISTA EN CULTURAMAS

Entrevista a Matías Escalera, por Ángela Martínez

26 de mayo de 2023

A propósito de Un sollozo del fin del mundo. Novela/ensayo del futuro inmediato

Un sollozo del fin del mundo. Novela/ensayo del futuro inmediato narra dos historias paralelas. La de Saúl Bochum, que recoge la memoria de su abuela, Rebeca Heinz, mientras intenta boicotear la misión lunar de Alton Tusk Ltd., para que los humanos no propaguen su destrucción por el universo. Y la de Víctor/ia Klein, un agente transgénero que, como los héroes clásicos, se embarca en una aventura transatlántica para destapar un caso de corrupción farmacéutica por parte de altos cargos eclesiásticos. Las dos historias acontecen en un mundo convertido en caos, supervivencia y hostilidad. El mapa se encuentra completamente resignificado: las alianzas geopolíticas han sido trastocadas y la crisis climática ha desertizado zonas enteras del planeta. Nos adentramos, pues, en un escenario de terror, de destrucción, de maldad, pero donde a ratos emergen también relámpagos de esperanza, territorios de posibilidad. Como las zonas autogestionadas Rojava/Detroit, donde parece que la vida todavía merece la pena ser vivida. Un sollozo del fin del mundo es, con todo, un libro antagonista que trabaja de manera compleja y profunda con los materiales de la realidad político-social y trata de intervenir en las batallas actuales por los futuros posibles. La novela de Matías Escalera, pensamos, no solo anticipa, sino que toma el presente para mostrarnos el horror –pero también la posibilidad– del futuro inmediato.  

AMF. Comencemos hablando sobre las condiciones de producción de tu novela. Es llamativa la cantidad ingente de información sobre procesos políticos, sociales y culturales que recoge. ¿Cómo ha sido el periodo de escritura? ¿Cuánto tiempo de dedicación hay detrás de la novela?

MEC. Bien, ese es, creo, un elemento esencial para comprender esta obra: el cómo ha sido producida. Y lo es porque, si en todas mis obras la documentación y la investigación previa, acerca de la realidad o realidades que van a ser narradas, argumentadas o poetizadas, es un paso fundamental, en este caso, lo es más, dado que el objetivo es narrar, desde un punto de vista lo más realista y verosímil posible, nuestro futuro inmediato, ya que la acción principal se desarrolla en 2056. Fue un proceso de toma de información y documentación que me llevó más de un año de lectura de ensayos, reportajes, informes y artículos que trataban de proyecciones geopolíticas, climáticas, sociales, científicas, tecnológicas, culturales, religiosas, etcétera, para los próximos decenios. Quería que un lector actual contemplase el mundo futuro narrado como un mundo perfectamente posible y que, a partir de ahí, regresase a su mundo real/actual, este en que vivimos, de otro modo. La escritura literaria me llevó otros tres años y medio, aproximadamente; la terminé justo el mes en que se declaró el primer estado de alarma, en marzo de 2020.

AMF. ¿Cómo se relaciona este libro con el resto de tu trayectoria? ¿Qué lugar le otorgas?

MEC. El impulso del que nace es el mismo que da sentido al resto de mi obra, el responder a mi tiempo; no concibo la escritura literaria si no es como respuesta al tiempo histórico en que se da; lo he explicado muchas veces, las típicas presunciones de una escritura ahistórica, de la supuesta “autonomía del signo literario”, o eso de que “escribo para mí”, o lo de “cuando escribo no me importa nada de lo que pasa fuera de mí”, o “la literatura no es política”, en fin todas esas excusas que se oyen, a veces, entre quienes aspiran al mainstream, que se dice ahora, a quienes sepan algo de teoría literaria, lingüística aplicada, sociolingüística o sociología de la escritura les parecerá unas presunciones bizarras y ajenas al fenómeno real, que todo signo lingüístico –y el signo literario es el más complejo de todos– no es otra cosa que una respuesta material al contexto en que se da, inevitablemente, por activa o por pasiva, pues se integra en un proceso de comunicación, también inevitablemente. Esta novela es, pues, un intento de novelización de nuestro mundo actual y su previsible futuro inmediato, como El tiempo cifrado, mi primera novela escrita, es un intento de narrar el tiempo de nuestra Transición política, la España de los años setenta y ochenta; y Un mar invisible narrar el triunfo del neoliberalismo depredador en la España de los años noventa y de principios de este siglo, es decir, la España de la burbuja y de la corrupción generalizada, que se hundió con la crisis de 2007; o como Historias de este mundo, la colección de relatos, es el intento de narrar el mundo y la España que despuntará durante el 15M.

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