Youkali, 2017
Izquierda, nación e identidad: consideraciones sobre el proceso soberanista en Cataluña
Una requisitoria a la izquierda catalana
… ni en dioses, reyes, [naciones] ni tribunos…
… proletarios de todos los países, uníos…
… leed hasta el final…
Hace unos meses, un aguerrido compañero, batallador en mil frentes y curtido en mil batallas, abatido por lo que veía a su alrededor, y al calor de una vieja discusión acerca del combate por las palabras y de cómo la izquierda se las había ido dejando arrebatar una tras otra, me escribía sobre la denominación que había que aplicar a España en estos términos: «Querido Matías, la cuestión fundamental es cuál puede ser la razón para que todos los países tengan su nombre y el nuestro no lo tenga (al menos en una buena parte de los documentos de la presunta izquierda). Se dice España; ¿acaso lo ignoran? ¿Se puede así hacer una política nacional-popular en nuestro país? ¿Tenemos acaso país?»
No recuerdo exactamente qué le respondí entonces, o si lo hice; pero ahora lo hago: ¡No; rotundamente no!… ¡No lo tenemos, ni lo necesitamos!… Los trabajadores no necesitamos país, ni nación, ni identidad territorial, pues nos desprendimos de la vieja servidumbre de los señores y del sometimiento a la tierra –aunque muchos aún no se hayan enterado– hace más de un siglo.
La patria de los trabajadores no tiene fronteras, es un estado de la realidad, no del territorio, ni de la lengua, ni de las costumbres de sus aldeas o comarcas; la patria de los trabajadores es su común sufrimiento y explotación, estén donde estén; son las ideas de justicia social y de solidaridad de clase que nos permitan alcanzar nuestro auténtico objetivo, una sociedad nueva, justa, comunitaria y libre de la sujeción y la sumisión a los viejos y a los nuevos amos; pero también a los viejos y a los nuevos prejuicios y embustes fabricados por los que nos dominan; como ese que da por sentado que les debemos algo por haber nacido casualmente en el mismo espacio o por hablar casualmente la misma lengua materna.