“Ser extranjero” e “Insularidad e insularismo”, de Paula Winkler: dos ensayos sobre el descentramiento y la definición paradójica del Sujeto
Alcalá de Henares (Madrid. España)
«¿Habrá que pensar las palabras con las que pensamos para volver a pensar con palabras?», se pregunta Paula Winkler en el texto que trata justamente de la insularidad y el insularismo como conceptos dispuestos y sometidos al intercambio y a la discusión. Es lo que sucede también con el vocablo extranjero; ¿no habría que repensarlo para pensar luego la extrañación con él? Pero ¿cómo pensarlas, cómo pensar las palabras, si acaso no haya base lógica racional que encadene todas las causas a todos los efectos? Y esto no sólo en el entramado lingüístico; pues, descontados esos espacios vedados a la racionalidad que son el inconsciente y el absurdo, nuestras conductas, tanto grupales como individuales, no avalan precisamente la predominancia de lo racional en las tramas social e histórica.

Es por eso por lo que quizás, como sostiene la autora, «parece que la tarea lacaniana ha constituido en sus inicios y para sus detractores una actividad de ofensa a la naturaleza humana…» Acaso porque «descentrar el saber» (racional, se supone), ir «a los bordes» del sentido y «desarticular al sujeto», para dejar emerger y permitir que «hable el inconsciente», lo que de insular y extranjero hay en nosotros, pues de eso se trata (y esa es la tarea que Paula Winkler se impone con una dedicación y una convicción fuera de toda duda), cuestiona gran parte de las certezas sobre las que el humanismo occidental (concebido como el espacio continental por excelencia) se ha fundamentado.