
La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades, autor anónimo
[Reflexión final]
… Como habrá visto Vuestra Merced he vivido y he visto mucho y malo, y porque se me mandó, algo de ello le he contado, pero fuera de Usted todo esto callaré, qué remedio; a quién decir, en un mundo tal, que fui vapuleado, violentado, hambreado, engañado y humillado por los que deberían haberme cuidado, protegido, guardado y alimentado; a quién decir que aquellos que Fortuna ha mimado, y nos mandan, no son merecedores de lo que tienen y gozan sin recelo ni remordimientos, por más que lo que tienen nos lo hayan robado y enajenado; o que los que predican la virtud son tan crueles y viciosos que al mismo Dios espantarían; o que los que saben usan su saber para doblegarnos… Nadie querrá oírlo y escucharlo… Así que dejaré que la historia de mi vida, de mis fortunas y adversidades, se convierta en un relato amable e infantil, para oídos aniñados e imbéciles que no sabrán ver más allá de la punta de sus pestilentes narices; más ciegos que el ciego que me enseñó la primera y la más importante lección de todas, que el mundo es campo de batalla, más duro y sangriento que las llanuras de Flandes, y que donde las dan las toman. Usted me entiende…